Mi historia con el Cacao — Irene Ferreras

CACAO PARA EL ALMA

Así es como lo llama Ana María de @amayalma la creadora de estas fotos que con amor me regaló para que comparta contigo.

Ella fue quien despertó mi curiosidad por este alimento y su uso en esta ceremonia sagrada, y gracias a ella, justo en el momento preciso llegó, llegó para quedarse.

Hoy un año después sigo conectado con el Cacao y lo utilizo casi a diario, como mi ritual, como puente de conexión y herramienta para mi creatividad.

¿Cómo conecté con el cacao?

Y como casualidades asistí a mi primera ceremonia presencial justo coincidiendo con un viaje a Madrid.

No sabía nada acerca de esta ceremonia, ni lo que iba a hacer, solo sabía dentro de mí que ahí era donde quería estar.

Participé en esta primera ceremonia guiada por Carmen, que nos recibió en un círculo para 7 hermosas mujeres.

Meditamos mientras tomábamos el cacao. Nos dejamos guiar, dejamos juicios, expectativas. Dejamos escrito dentro de en una cajita todo aquello que nos limitaba.

Conectamos a través del cacao, preparado con consciencia, conectando con todo el proceso de cultivo, cuidado y su colecta, hasta ser transformado en bebida, que tomamos sorbo a sorbo, sintiendo sus notas amargas, dulces e intensas a la vez.

Mi corazón agradecía recibir sabiduría ancestral. Carmen nos acompañaba y nos expresamos desde nosotras, me sentí libre y arropada. Bailamos, solo sintiendo la música notando como nuestro cuerpo se expresaba a través del movimiento libre.

Una mezcla de emociones vibraba en mí y permanecí presente, permitiéndome sentir todo lo que llegaba en ese momento.

Me sentí tan cautivada, y desde ahí mi curiosidad, mi inquietud por esta medicina ha ido creciendo.

En palabras de Ana María, esto es el cacao significa para ella, y conecto totalmente:

"Es el puente para conectarme con mi valentía. Es quien abre mi corazón. Su energía femenina que me abraza, que me cobija y que me recuerda, que dentro de mí, ya está todo lo que alguna vez busqué tanto afuera. Su energía que me enraíza, que me conecta a la madre tierra. Que me recuerda que estoy aquí para expresarme, para compartir eso que me habita y que me hace sentir tan viva. Su energía que me permite experimentar calma.(...)".

A día de hoy el cacao sigue formando parte de mi día a día, sigo participando en ceremonias, y en encuentros, y mi conexión con esta medicina crece y crece, tanto que mi deseo es formarme como facilitadora y poderlo incluir como herramienta para la expresión creativa en mis sesiones.

Porque el cacao es una de mis herramientas favoritas para conectar con el proceso creativo. Me permite poner mi energía y mi sentir, en mi intención, en mi corazón. Me he dado cuenta que conectarme desde ese espacio me conecta con mi vulnerabilidad y mi poder personal y así expresarme con completa autenticidad. El cacao es magia pura. Me armoniza a nivel emocional y espiritual, dejando a un lado el ruido de la mente.